Pasó una semana donde estuvo en cama hasta que su malestar
se fue de la misma forma que había llegado. Utilizó las horas de ocio para
recortar los periódicos donde estuviera ella. Obviamente, su nombre sólo
figuraba en las noticias sobre las exposición, pero también recortó aquellas
notas sobre las muertes de las que era
responsable. Cuando acabó con todos los periódicos, fue pinchando los recortes
en un panel que tenía frente a su cama. Cuando terminó, los miró, orgullosa de
su “dos talentos”.
También, durante esos días donde no había ido ni a trabajar
ni a estudiar, se dedicó a pensar mucho.
Aunque no quisiera, extrañaba trabajar, pero le reventaba el hecho de que en
realidad extrañara a John. ¿Qué diablos le pasaba? Le parecía inaudito que aún
siguiera con esas ideas sobre él. Era un tipo casado, que jamás se fijaría
en....una asesina. Podía consolarse con la idea de que él no sabía su horrible
secreto y, llegado el caso de que “pasara algo más” con él, ella se dedicaría a
dejar el vicio tan sádico y espantoso que tenía. Pero no, él lo sabía todo.
Todos sabían su secreto. Lo único que hacían, al igual que ella, era disimular.
No reconocería que le pasaba algo con John jamás en su vida.
Se limitó a pensar que él era el mas amable de los cuatro, y punto. Por eso, decidió
agradecérselo, porque podría comportase como un perro con ella, y sin embargo
no lo hacía.
Buscó todos los cuadros que tenía desparramados por su casa,
hasta había debajo de su cama. Los llevó hasta la cocina y comenzó a observarlos
y estudiarlos. Pasó casi toda la tarde analizándolos hasta que eligió a su
favorito, un abstracto lleno de colores, alegre. Se imaginaba que el señor Lennon
tendría una casa enorme con una sala igual; allí quedaría bien un cuadro que
era tan grande que nunca lo había podido poner en ninguno de lo ambientes de su
pequeño departamento. Asintió con la cabeza, convencida, y buscó papel madera
para envolverlo. Mientras extendía el papel seguía preguntándose qué estaba
haciendo y porqué. ¿Realmente valía la pena hacerle un obsequio a alguien que
algún día terminaría entregándola a la policía? Negó con la cabeza y suspiró.
Ya no sabía qué le estaba pasando y se sentía confundida.
Cuando Paul y George la vieron entrar al estudio arrastrando
con el mayor de los cuidados a algo rectangular y bastante grande, se asustaron.
A esas alturas, y con todo lo que les había comentado Dobb en una reunión que
habían tenido el día anterior, pensaban que aquello sería una bomba o algo así.
Pero cuando la vieron sonreír se les pasó todo. La chica era tan hermosa que
convencía a cualquiera con su cara de ángel.
-¿Te recuperaste del todo? –peguntó Paul, algo atontado.
-Sí, estoy perfecta.
-De eso no tengo dudas....-murmuró, y George le dio un codazo
que lo hizo recuperar la compostura –Eh...¿fuiste a un médico?
-No hizo falta, con descasar se me pasó todo. Es evidente
que era stress.
-Ahora tendrás que cuidarte –dijo George..
-Y eso haré.
-¿Se puede saber.....qué es eso?
-Ah, es un cuadro.
-¿Un cuadro tuyo? –Paul escrutó rápidamente con la mirada al
objeto.
-Sí, para John.
Ambos se miraron de reojo, sorprendidos y extrañados a la
vez.
-¿No vino? –preguntó ella.
-Aún no....-respondió George.
-Bien, lo dejaré por aquí, iré con Brian. En un rato
volveré.
Ni bien se fue, George y Paul se acercaron y trataron de ver
el cuadro, pero el papel se los impidió.
-¿Tú crees que John le haya pedido un cuadro? –dijo George.
-Conociéndolo, no me extrañaría.
-¡Pero es una ase....!
-¡Shh George! ¡Te puede escuchar!
-Uy, está bien. ¿Y si se lo trae de regalo?
-No veo porqué le regalaría un cuadro a él....
-Tú porque quieres toda la atención para ti –rió.
-George....¿Qué pasaría si a Mélisande le pasara algo con
John?
-No sé. Salvo que a John también pero....ay no, ¡quiero
pensar que no!
Se escucharon unas risas, y enseguida entraron John y Ringo
dándose patadas.
-¡Apúrate miope! Mira qué tarde llegamos
-Ya, ya, no me atosigues, narigón. Ey, ¿qué hacen? –dijo a
modo de saludo.
-Miramos tu regalo –contestó George.
-¿Mi regalo?
-¿Qué es esta cosa? –Ringo se acercó al cuadro.
-Al parecer es un cuadro. Pero podría ser cualquier cosa.
-Paul, ¿qué es esto?
-Te lo trajo Mélisande.
-¿Mélisande?
-Así dijo.
-John, ¿te pasa algo con ella? –preguntó George..
Se hizo un silencio donde todos lo único que hicieron fue analizar
la reacción de John. Él sólo frunció el ceño.
-Joder George, ¿por qué eres tan directo? –se quejó Paul.
-Sólo soy sincero. Esperemos que John también lo sea.
-¿Qué estás diciendo, Harrison? –John comenzó a enojarse
-¿Por qué haces esa pregunta?
-Ey John, ¿es verdad eso?
-Otro...Rich, no te unas a ellos.
-¿No vas a contestar? –insistió George.
-¡Pero cómo se les puede ocurrir eso! Es una asesina, está
loca, ¿cómo podría pasarme algo con ella? No tengo la mente tan perturbada.
-Espero que sea cierto...
-Claro que lo es George, deja de dudar. Bien, ¿vamos a hacer
algo o vamos a estar peleando por idioteces?
-Sí, hagamos algo...-de mala gana, Paul se colgó su bajo.
-Permiso....-Mélisande se asomó –Ah John, llegaste.
-Sí, estoy aquí...-respondió él. Desconcertado, vio como la
chica iba hasta ese paquete raro y lo llevaba hacia él.
-Aquí tienes el cuadro que me pediste.
John sintió que tres pares de ojos se clavaban en su espalda
como flechas. Pero ver los ojos verdes de la chica y su brillante sonrisa le
hizo olvidar todo. Se insultó a sí mismo en una milésima de segundo, antes de contestarle.
-Vaya....lo recordaste....
-Claro, además el otro día insististe demasiado con el
dibujo de ustedes. Así que aquí tienes un cuadro para tu sala. Te aclaro que no
lo pinté especialmente para ti, tampoco te creas tanto. Lo tenía desde hace
mucho.
-Bueno...dime cuánto es....
-¿No vas a verlo?
-Tienes razón –comenzó a rasgar el papel hasta que se
encontró con un hermoso cuadro, lleno de colores, formas, figuras, donde
primaba el amarillo.
-Es...precioso. De verdad, me encanta.
-Me alegro –respondió ella con otra sonrisa.
-Dime cuánto te debo.
-Nada.
-¿Cómo que nada?
-Es un obsequio.
Sintió que se le entrecortaba la respiración. ¿Obsequio?
¿Por qué? No sabía cómo tomarlo, si como un halago, o una treta para engañarlo.
La chica se explicó enseguida.
-Verás, lo tenía en mi casa, y es tan grande que no entra en
ninguna pared. Antes de que se rompa o se manche, prefiero regalarlo, me
imagino que tú si tendrás espacio.
-Si, claro...
-Bien, te llevas a mi cuadro favorito. Y además...eres muy amable.
Lo último lo descolocó por completo., no se esperaba tal
cosa. Pero trató de parecer tranquilo.
-Bueno....tú también eres amable, y eficiente. Te agradezco
mucho.
-De nada. Debo irme, tengo cosas para hacer, los veo después
–se fue alegremente, pero sintiéndose muy extraña.
-¡Maldito! ¡Le pediste un cuadro!
-¡Paul, sólo fue en broma!
-No puedo creerlo. Quema eso –dijo George.
-¿Por qué? Es lindo...Reconozcan el arte
-Cuando pinte un cuadro con tu sangre reconoceremos el arte.
-Ringo, estás susceptible.
-Hay motivos, ¿no te parece? Te advierto que con esa chica
estás jugando con fuego.
-A ver a ver, tranquilos, cálmense. Es un cuadro, nada más,
no me pasa nada con ella.
-Dudo Lennon, dudo –negó Paul.
-Se los aseguro.
Les sonrió, y se colgó su guitarra. Muy dentro suyo, tan
seguro no estaba.
Al salir del trabajo tenía la decisión tomada. Quería “renovarse”
y además, despistar. Tantos periódicos que habían pasado por su manos mientras
estuvo en reposo le dejaron varias direcciones donde podía conseguir lo que
necesitaba. En su agenda las releyó, y eligió ir a la que se encontraba en un
suburbio alejado. Seguramente sería un lugar de mala muerte donde no le
exigirían ningún requisito.
Tomó un autobús, y pese a que luego bajó en la parada mas cercana al lugar donde iba,
aún tuvo que caminar cinco cuadras. Cuando llegó, se encontró con varios
edificios algo derruidos, negros por el humo y tizne de las antiguas fábricas
que alguna vez funcionaron allí, y vio muchos niños correteando por todos
lados. Buscó con la mirada hasta que, detrás de unos containers de basura, vio
un cartelito de un pequeño local. Cruzó la calle y traspasó el umbral de la
puerta de vidrio, que con letras rojas tenía pintado “Armería”.
Al entrar, vio dos mostradores de vidrio donde se
amontonaban todo tipo de armas, viejas y nuevas, comunes y de guerra. Supuso
que todas serían robadas, o de contrabando. Al fondo, un aburrido dependiente
fumaba detrás de otro mostrador, mientras miraba televisión en un pequeño aparato.
-Hola –saludó ella, secamente,
El tipo la miró de reojo.
-¿Qué buscas chiquilla?
Hizo una mueca al escuchar el “chiquilla”.
-Quiero una pistola.
-¿Qué pistola? Hay muchas.
-Una que funcione –lo miró burlonamente. Seguramente ni la
mitad de las cosas que había allí no
servían ni de adorno.
-Funcionan todas, chiquilla. ¿Antigua, nueva? ¿Calibre? ¿Cuánto
piensas pagar?
-Tengo dólares. Seiscientos.
El tipo la miró, prestándole atención por primera vez. Se puso
de pie y apagó el televisor.
-¿De verdad tienes ese dinero?
Mélisande buscó en su bolso y plantó delate de él a seis
verdes billetes. El tipo volvió a mirarla, y luego miró hacia afuera, cerciorándose
de que nadie anduviera por la vereda. Después se inclinó, abrió un cajón, y sacó
una pistola.
-Smith & Wesson 457 calibre 45. –dijo colocándola sobre el
mostrador.
La miró, achicando los ojos, después la tomó y la observó
con detenimiento.
-¿Trae cargador?
-Claro que sí chiquilla. Es nueva, sin uso.
-Bien, me la llevo. Deme
cartuchos.
El tipo buscó una caja de cartuchos, y después una caja mas
grande en la que, con cuidado, acomodó la pistola.
-Mira, tú viste como es este lugar, aquí no damos tantas vueltas
como en las armerías legales. Sólo te preguntaré para qué la quieres.
-Quiero suicidarme.
-Bien, como quieras –dijo indiferente, tomando el dinero.
Mélisanse abrió su bolso y metió la caja, quedando algo
apretada. Se disponía a irse cuando el tipo le habló.
-Mas vale que no digas a nadie donde compraste eso, no quiero
problemas. Sólo le vendo a tipos que conozco, ya sabes...tipos que tampoco
quieren líos.
-Quédese tranquilo, no diré nada.
Salió a la calle, ya estaba oscureciendo y caminó con
rapidez. Lo que no sabía era que en un coche negro estacionado en la esquina,
estaba Dobb.
-Con que comprando armas, ¿eh? Ya te tengo casi en mis
manos, señorita Leroux.
Sentada en su cama, observaba todos los detalles de la
pistola. La cargó, y apuntó a un rincón. Después bajó el arma, y la observó
nuevamente. De algo le había servido que su hermano mayor, que le llevaba diez
años y al que hacía mucho tiempo no veía, le hubiera enseñado todo cuanto sabía
de armas cuando ella aún iba a la escuela primaria. Él siempre practicaba tiro
en un club y había ganado varios torneos. Nunca sospechó que su hermanita era
una asesina en potencia cuando le enseñó a disparar.
Guardó le pistola en la caja, y la dejó sobre su mesa de noche.
Se iba a poner de pie para ir a la
cocina y comer algo cuando sus ojos se chocaron con uno de los tantos pósters
que tenía pegados en su habitación. Suspiró al fijarse en John. Seguía preguntándose
qué le pasaba con él, y lo peor era que ya tenía la respuesta. Se había
enamorado, como una tonta. Y ella no era tonta. Lo que le pasaba era insólito,
increíble, y para ella, era indignante. No podía aceptar semejante cosa, era
algo que la rebelaba contra sí misma. Tenía que buscar una solución, y ya no
tenía ganas de suicidarse, quería vivir. Para acabar con eso, no le quedaba mas
remedio que elegir otra opción.
Tenía que matarlo.
Tenía que matarlo.
******************
Anteúltimo capitulo! Ahora se empieza a desbarrancar todo, cómprense calmantes muejeje
Bueno, como siempre, gracias por leer, espero que estén ahí para el final, eh? jaja
Besos y saludos!
p/d: veo que algunos emoticones andan jaja
p/d: veo que algunos emoticones andan jaja
QUE?! COMO?! NO PUEDE SER! NO NO NO.... *se desmaya*
ResponderEliminarOk, aver, joder joder joder! esto esta mejor que nunca, amo todas tus fic, pero de todas, esta ahora es mi favorita, digo es que... no osea, mejor que se mate ella xD a mi johnny no!
ResponderEliminarsabes, no se quedecirte, estoy en un shock xD
TIENES QUE SUBIR AHORA MISMO! D: tienes que hacerlo, hasta que subas tu, subire yo xD
el cap te quedo perfecto, excelente, increible, como siempre! eres una escritora magnifica!
sube pronto pronto! bye :D
La primera en comentar :D
ResponderEliminarYendo con el fic, que mal que ya se este acercando al final X(, este capi sin lugar a dudas me a encantado muxo, cada vez se pone mejor,Mélisande esta loca QUERER ASESINAR A JOHN !!!!!!!!!! espero con ansias el final salu2
No te la puedo creer! Nooooooo. Me muero. Tus dos fics que leo me dejaron re manija jajaj Están en sus puntos críticos. ¿Ya viene el último capítulo? Ay noooo. Para mi que no lo mata, ojalá terminen juntos. askjdghksajdg
ResponderEliminarESTE PRIMER COMENTARIO NO VA DIRIGIDO A LA AUTORA SINO A LA PROTAGONISTA, QUE SÉ QUE ME PUEDE LEER:
ResponderEliminarMélisande, mira... Mira, miraaaaaaaaa... Que si me tocas al Xic... Uyyyy, si me tocas al Xic.... Ay madre mía la que se va a liar... Uyyyyy, que me meto en el fic y verás.... Mira, mira...Que yo he visto tres veces todas las pelis del Silencio de los Corderos y estoy muuuuu loca. Muuuuuu locaaaaaa!!!!! Que quito el usb del ordenador sin seguridad ni nada! A ver tú qué te has creído! Miraaaaaaaaaaaa... Miraaaaaaaa... Que es que te pillo... te pillo y me hago un abrigo con tu piel y una peluca para carnaval con tu cabellera (que encima me vendría bien que ya se acerca el día). Y después hago una paella a la leña con tu carne mientras me emborracho de café licor y río maléficamente con eco y todo. Que tú no has medido bien las consecuencias de tus actos, eh? Eh? Eh? Eh? A que te meto la pistolita por un sitio que me sé yo, eh? Eh? Eh? A que no hay huevos de enfrentarte a mí? A que no? Eh? A que pillo y te reviento como a un melón contra el suelo? Miraaaaaaaaaa.... Miraaaaaaaaa.... Yo sólo te digo que te lo pienses bien o Aquiles enfadado te parecerá un maldito corderito al lado de Cris, que para colmo hoy no se ha tomado su medicación de la locura... JUM!
"A MARÍA, ESCRITORA Y MENTE CREADORA, DUQUESA DE STARKEY Y MARQUESA DEL FANDOM, VIRREINA DE LOS ASESINOS EN SERIE FIQUEROS Y SEÑORA DE MERCY Y EVA VICTORIA, SALUD Y GRACIA.
ResponderEliminarPor la presente hago constar los hechos que en los dominios de ultramar se han desatado por el capítulo dado a día de hoy, 16 de enero del año de Nuestro Señor 2013 (joer, que lejos hemos llegado en hablando en términos históricos).
Según informan los guardias del reino, parece ser que dicho capítulo ha causado un gran revuelo e incluso se han visto hordas de campesinos enfurecidos empuñando hoces, hachas y otros aperos de labranza que pueden usarse como armas. Curiosamente, la líder es una fémina enfurecida, oriunda de la Sierra de Mariola, lugar de gentes rudas sin duda, gentes indomables y a veces salvajes. Su avance es rápido e imparable y al grito de "Me cago en todos tus muertos, Mélisande", asolan, queman y destruyen aldeas, pueblos y ciudades, violando a los caballos y montando a las mujeres (o era al revés? Ruego vuesa merced sepa disculpar mis despistes).
Adjunto a esta carta, ofrezco a vuesa merced, el comunicado que la que parece encabezar dicha revuelta campesina ha hecho circular:
"Mélisande, la vas a cagar. Stop. Rectifica o te voy a poner las piernas a modo de antena, así, enganchaditas a la cabeza. Stop. Te lo juro por Snoopy. Stop."
Ruego a vuesa merced, duquesa de Starkey, et caetera, dé instrucciones sobre como sofocar la revuelta.
Dada en los territorios de ultramar, a 16 de enero del Año de Nuestro Señor 2013."
Y ahora ya sí que sí, el comentario de verdad... JOER! JOER! Tú a mí me quieres matar o qué??? Es eso lo que te propones verdad? Sí, lo sé. Pretendes asesinarme de un infarto provocado mientras te leo los capis y después reclamar mi herencia! Lo sé! Negros pensamientos pueblan tu mente... Pero yo los he visto, los he vislumbrado en tu mirada, en tus gestos, en tu risa... Sí... Sí.... Seeee.... Quieres acabar conmigo, pero no. Cris no es tan fácil de matar como aparenta...
ResponderEliminarAhora ya, fuera coñas, a comentar! El capi se te quedó estupendo. Si quitas la última frase, es más estupendo aún. Si lo analizas con la última frase incluida es más bien digno de infarto. Uff, ufff, qué calores que me entran y que escalofríos (sí, yo es que es leer eso y me entra calor y frío y sudor y temblores todo junto a la vez). XD
Joder, con la Mélisande. Joder, joder. Primero se nos cura del stress. Mira tú que bien. Piensas: Está bien que la gente se cure de sus cosas. Está bien que se den de alta laboral. Pero claro, después piensas que es un asesino en serie y dices... Pues oye... Si no te curas tan rápido, como que mejor. Y si quieres continuar de baja por enfermedad durante unos mesecillos más, o años, o siglos, pues mira, tranqui.... Tú tómate tu tiempo para recuperarte. Pero no, Mélisande no, Mélisande es fuerte qy se pone bien enseguida y ale, otra vez!
Y parece que se nos ha enamorado de John.... Ay! Yo al principio del capi pensaba que hasta iba a intentar ser buena chica (por lo menos intentarlo), para poder vivir una vida de cuento con John, niños asesinos revoloteando a su alrededor y cabras (perdón, las cabras se me han colado de otro fic, lo siento :P ). Pero mira que no, eh? Esta chica pues ale, dice: "Me he enamorado. Pues lo mato y se me pasa". Mujer! Antes de hacer eso, tómate insecticida para matar las mariposas del estómago! NO-MA-TES-A-JOHN! (hace falta que vuelva a proferir alguna otra amenaza contra la persona de esta francesita con la que pronto Cris jugará al fútbol con su cabeza?), jajaja.
Bueno, bueno, vamos que me pierdo. La escena del cuadro me puso igual de nerviosa como a los demás chicos, más nerviosa, diría yo. Porque claro, yo leía lo que pensaba John y leía que él no lo tiene tan claro como dice... ¬¬ (es que le meto un barrazo en todo el cogote que le hago entrar en razón, jajajaa). Me mataron los otros tres, que sólo faltaba que pillaran a John por las solapas y le dijeran "ENTRA EN RAZÓN DESGRACIADO! PROMÉTENOS QUE NO SIENTES NADA RARO POR ELLA! DINOS QUE LO DEL CUADRO NO ES VERDAD!". XD Ahora bien, la Mélisande es que es difícil de tratar (aparte de que sea asesina y te pueda meter un hachazo en la cabeza mientras tomas té con ella, claro está). Y es que... Si eres desagradable con ella (leáse el pintor aquel que intentó abusar de ella o el casero), te quiere matar; y si eres agradable con ella (leáse el John Incauto Insensato Lennon), pues también te quiere matar. Joder. Mal si ando y mal si no ando... Jajajaja. Vale, vale, sé que John no lo mata por simpático, que lo mata porque le hace ser débil y la debilidad lleva al miedo, el miedo lleva al odio, y el odio, querido jedai, lleva al Lado Oscuro de la Fuerza (Yoda, ya está bien, leñe, sal de mi cuerpo!) XD
Pero... Joder. Quiero un poco de esperanza. LA QUIERO! Jamás había deseado confiar tanto en Dobb, que la ha pillado saliendo de la armería, que por cierto, Mélisande se ha debido quedar muerta cuando lo ha visto allí. Joder, qué pillada... Por cierto, Dobb, si no le paras los pies a la killer ésta, después de ella vas tú en mi lista de prioridades para enviar de reunión con el Creador. Palabra. XD
En fin, que yo ya me despido. Me ha gustado mucho pese a que me hayas dejado hiperventilada, pero bueno, sé que a ti te gusta provocar estas cosas, jajajaja. Me da lástima que se acabe la killer... Jolín... Quién pondrá ahora un poco de sangre en nuestras vidas? Jaja.
En fin, guapa, y sigue así de bien (aunque sólo
quede un capi, jeje).
Saludos!
PD: He vuelto a hacer una trilogía de comentarios. No te acostumbres :P
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