sábado, 22 de febrero de 2014

¡Mi abuelo es un beatle! Capitulo 9

-¡Giuseppe! ¡Hola pato de mi amor!
Alzó al plumoso animal, lo apretó, le agarró el pico.
-¡Te extrañé mucho! ¿Y tú?
-Cuack cuack cuack.
-Lo sabía, tu también. Dime, ¿te trataron bien? ¿Amenazaron con meterte en la asadera o hacerte a la naranja?
-Cuack cuack cuack.
-También lo sabía. Ay mi madre…
Dejó al pato en el suelo y caminó silbando hacia la entrada de su casa.
-Volviste. –dijo su madre sin levantar la vista de su café.
-Sí, pero sólo por unos días, mientras espero los resultados. Porque, por si quieres saber, accedieron a hacerse el ADN. Y quizás consiga trabajo, y me quede en Londres para siempre.
-Midori, a mi no me amenaces con eso…
-Me da igual, Caster.
-¡No me llames por mi nombre!
Arrojó su mochila sobre una silla y subió corriendo al ático.
****************
Barbara miraba con reproche a Ringo, él sólo suspiró, resignado, apretó las manos en el respaldo de la silla en la que estaba apoyado.
-¡Dímelo! ¡Dime quién es ella!
-No es una amante.
-Y yo soy  tonta. Es otra más. ¡Dime quién es!
-Es una posible nieta.
-Qué raro, siempre con jovencitas.
-Es que no es una amante, es una posible nieta. Y recuérdame despedir a todo el personal, por contarte algo así. Salvo que lo hayan hecho porque los tienes bien entrenados.
-Claro que sí. Y ahora, eso de la nieta no te lo cree nadie. A ver, que sería más lógico que apareciera una hija, pero no una nieta. A esas apariciones de hijos ya estoy acostumbrada.
-Bueno, pero esta vez, apareció una nieta.
-Supongo que no la reconocerás.
-Claro que sí, ya hicimos el ADN, aún no sé el resultado, pero si lo es, la reconoceré.
-¡Estás loco! No quiero aceptarla.
-Me da igual, la realidad es la realidad. Permiso, llamaré a Paul.
Dejó a su mujer, todavía indignada, y se encerró en su oficina. Llamó, rogando que él lo atendiera y no lo hicieran pasar por el millar de secretarias que tenía. Al fin sus ruegos fueron escuchados y atendió Paul.
-Paul, soy yo.
-¿Quién es yo?
-Tu vaca que está a punto de convertirse en hamburguesas. ¡Ven, rescátame!
-¿Eh?
-Tonto, soy yo, Ringo.
-Idiota, no te reconocí. ¿Ahora qué quieres? ¿Te dije que sacaremos la discografí…?
-Me lo dijiste treinta veces. Hablo por algo más importante.
-¡Es importante!
-Será importante hasta que Yoko diga que no le da la gana publicar nada y arruine, como siempre, tus propuestas. Y yo me reiré.  
-Me caes mal.
-Ey, ha surgido un inconveniente…Verás, Barbara se enteró de la existencia de Midori.
-Ay, ay, ay…Pídele que no se lo diga a nadie.
-Lo dudo, está muy enojada. Paul, tu tendrías que decirle a tu mujer, que vaya sabiendo…Si es tu nieta y ella recién se entera en ese momento, será peor.
-Creo que tienes razón, trataré de decírselo. Pobre Midori, creo que nadie la aceptará.
-Ya verás que sí. Y sino, creo que ni le importará.
*********************
Bostezaba, revisar por dos horas su Facebook y el de las personas que le interesaban, la aburría, sobre todo porque nadie publicaba nada interesante, todos eran chistes malos y malísimos.
Jeremy la había etiquetado en un sinfín de fotografías de por lo menos un año atrás. Las borró a todas y cambió su situación sentimental: “Midori Watts ha pasado de tener una relación con Jeremy Francis a estar soltera.”
De inmediato sonó su celular.
-¡Midori! ¿Qué has puesto en Face?
-La verdad. Te pedí un tiempo, un tiempo en el que NO MOLESTES.
-Pero, ¡ahora todos pensarán que me dejaste! ¡Mis amigos se reirán de mí!
-¿Y?
-¡Pero quiero que volvamos!
-Y ya te dije que no, ¡déjame en paz!
Apagó el teléfono y lo arrojó sobre la cama. Siguió bostezando, como si nada hubiera pasado, hasta que escuchó que su madre pateaba el destartalado auto que tenían, que al fin arrancaba, y que salía echando una humareda negra.  Se escabullió en su habitación, revisó todos sus cajones, hasta que levantó, triunfal, una vieja llave, grande y algo oxidada.
Subió al ático y se dirigió a aquel baúl, grande y sucio, tapado con mantas, dos televisores en desuso, y varias cajas. Quitó todas esas cosas, ganándose dolores en los brazos y en la cintura, hasta que, sentada en el suelo, lo abrió con la llave.
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Nancy almorzaba con tranquilidad, mirando el canal de noticias con atención. Paul la miraba, sin decir nada.
-Al fin hará buen tiempo esta semana…-comentó ella.
-Nan…
-¿Si?
-Debo decirte algo.
-¿Y? Dilo. ¿Hay algún problema en la productora? Si quieres yo puedo encargarme…
-No es eso. Es un problema pero no de ahí. Bueno, ya no sé si considerarlo problema.
-No entiendo.
-Verás….tengo una nieta.
-Vaya novedad.
-Es que no se trata de los que tú conoces. Es otra…
Nancy lo miro extrañada, negó con la cabeza.
-¿Estás bien?
-Sí, lo estoy. Se trata de otra nieta. Tendría que buscarme la madre, o sea, mi supuesta hija, pero me busca mi nieta. Y bueno, ya me ha encontrado.
-Que se te aparezcan hijos me resulta común, pero nietas….¿Por qué no te busca tu hija?
-Porque no quiere saber nada conmigo, pero la niña sí.
-Bueno Paul, no sé, échala, dile que no moleste, que si quiere fama que la busque por otro lado.
-Ya me hice el ADN.
-¿QUÉ?
-Que ya lo hice.
-¡Y no me dijiste nada!
-Sabía que reaccionarías así…
-¿Y cómo quieres que reaccione? ¿Saltando y tirando cohetes?
-Déjalo Nancy, son mis problemas y los resuelvo solo.
-¿Pero es tu nieta o no?
-No te importa…-respondió fastidiado.
-¡Contéstame bien!
-Adiós Nancy…
-¡Ay, dale dinero y que desaparezca!
-Pienso reconocerla, es muy buena persona.
-¡Pero Paul!
Hizo lo mismo que Ringo, la dejó sola y se encerró.
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En aquel baúl no había más que polvo. Tosió.
Mantas, algunas cosas que su abuela había tejido, el libro de la comunión, cuadernos, algunas fotos. Y polvo.
Una de las fotos le llamó la atención. Su abuela sonreía junto a un muchacho, algo moreno. En el anverso no decía nada, pero calculaba que allí Doris no tenía más de 18 años. Buscó otras fotos que tenía de su abuela, apartadas en una caja que también estaba en el ático. La comparó con esas y sí, no pasaría de esa edad.
Su teléfono emitió un sonido, lo revisó, era un mensaje directo de Twitter.
“Barbara se enteró de todo. Está enojada, pero no te preocupes.”
Cuántas anhelarían un mensaje de Ringo, y ella lo recibía, pero con malas noticias. No contestó, lo haría después, cuando supiera qué decirle. Siguió revolviendo ese baúl. Se percató de que tenía un doble fondo, y allí encontró dos fotos más, una de ese hombre solo, y otra en la que estaba Doris con él, riendo en una motocicleta. También encontró una caja de metal con joyas baratas y un cuaderno rayado, algo húmedo, apestando  a mugre. Comenzó a leer.

“27 de febrero de 1955.
Pick me ha llevado en motocicleta la escuela, ¡el revuelo que se armó! En este pueblo, ninguna chica va a la escuela en moto.
Me gusta Pick, es un muchacho bueno, quizás demasiado, teniendo moto anda despacio. ¡Yo volaría! Me prometió que me enseñará a andar.


4 de marzo de 1965.
Pick ha vuelto. Mamá y papá lo miran con buenos ojos, pese a su moto. Consideran que me vendría bien, quieren que me regenere luego de haberme escapado con los chicos. Creo que tendría que darles ese gusto, aunque Pick me parece tremendamente aburrido comparado con la vida que llevé. Los extraño, ¿ellos se acordarán de mí?

31 de marzo de 1965.
Le he dicho a Pick que estoy embarazada y me preguntó ‘Pero, ¿cómo?’ Qué idiota es, como si no supiera. Después se fue, la primera vez que lo vi andar rápido en la moto.


7 de abril de 1965.
La idiota de Clara le dijo a Pick lo de los chicos. Me gritó cosas feas, pero no las quiero escribir aquí. Me dijo que  mi bebé seguro es de alguno de ellos. Ojalá.
Se fue otra vez, rápido.


10 de abril de 1965.
Te odio John Perkins. No te buscaré porque no te necesito, me iré de esta casa, es lo que todos desean. A mi hijo le daré un padre mejor, nunca diré que es hijo de un canalla como tú, que parecías tan bueno. Nos engañaste a todos.
Tendrá un padre con nombre, no un cerdo desconocido como tú. Y mis nietos, bisnietos, toda mi descendencia creerá eso y tú terminarás solo y podrido. Ahora papá y mamá lloran porque creyeron en ti y…”

Terminaba allí, se notaba que dos hojas habían sido arrancadas.
-Joder. –dijo Midori-Entonces todo ha sido en vano.




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Hello hello! ¡Aquí reaparezco yo! ¿Qué tal todos? Bueno, les dejo para que disfruten (o no) el anteúltimo capitulo de este fic, el mas atrasado del mundo jajaja
Espero que les guste y si no, ya saben, tiren cosas, protesten y hagan piquetes.
Saludo especial a las nuevas lectoras, Cata, Lucy, y el señor/a señorito/a anónimo. A Lucy le agradezco su saludo de cumple en su fic (sí, el lunes cumplí añetes) 
¡Muchas gracias por leer y nos encontramos en el último! 

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