lunes, 20 de agosto de 2012

Secretos Compartidos Capitulo II


Mélisande contó por décima vez el dinero. Lo guardó en su bolso y salió del departamento. Guardó las llaves en un bolsillo de su chaqueta y saludó con una inclinación de cabeza a la única vecina en todo el edificio con la que cruzaba escasas palabras. Tomó la calle y caminó, rumbo a la disquería mas cercana. Al llegar, vio lo que ya se imaginaba: una larga fila de gente, casi todas muchachitas, esperando ansiosas su turno para comprar el último álbum que The Beatles acababa de sacar  a la venta. Miró fastidiada a todos y se cruzó de brazos, ocupando el último lugar. Sería una larga espera escuchando grititos y conversaciones tontas de todas esas niñitas. ¿Acaso no había nadie que tuviera otros temas de conversación que no fueran de qué color eran los ojos de Paul?



-Pregunto: ¿es necesario pasearnos frente a todas las disquerías para ver si hay alguien con cara de asesino? –Paul se veía realmente molesto.
Y no era sólo él. El resto de sus compañeros le daba la razón. Estaban todos metidos dentro del auto de Dobb, recorriendo la ciudad, y tratando de dilucidar en el rostro de alguien a un posible criminal.
-Esto es una estupidez. Ahora entiendo porqué la policía nunca resuelve nada. Si hacen estos procedimientos....-agregó John.
-Además, está todo lleno de chicas, es obvio que ninguna de ellas sería una asesina en serie –dijo Ringo, bostezando.
-Y lo peor es que alguna puede reconocernos, por mas que estemos disfrazados con estas porquerías –George se rascó la cara, cubierta por una barba falsa, de plástico.
-Creo que usted tiene un modo de pensar naturalista. Cree que, dependiendo de cómo sea la cara, el cuerpo, o la familia de alguien, puede ser asesino, médico, o trapecista de circo.
Dobb escuchaba todas las quejas pacientemente, pero no respondía. Tenían razón, el procedimiento era ridículo, pero por algo había que empezar.




-Al fin –dijo mirando al vendedor y poniendo su bolso sobre el mostrador.
-Disculpe señorita, usted habrá visto la cantidad de clientes que ha venido hoy.
-¿Que si los vi? Mas de una hora llevo esperando.
-¿Y qué va a  llevar?
-Lo mismo que han comprado todos.
-Ah, yo pensé que....
-Lo mismo –respondió, casi traspasándolo con la mirada.
-De acuerdo. Aquí tiene.  –le dio el disco, y Mélisande, sin decir una palabra mas, dejó el dinero perfectamente contado en la mano del vendedor.
-Qué tenga buen día
Salió sin responderle, y caminó apresurada, ocultando el disco bajo su impermeable, ya que lloviznaba. Compró algunos comestibles en un supermercado y se dirigió a su casa.

Cerró la puerta del ascensor de un golpe, y escuchó la voz de otra de sus vecinas, una a la que despreciaba.
-¡Jovencita! No debe colgar esas porquerías aquí –la mujer señaló unos dibujos pegados en la parte exterior de la puerta del departamento de Mélisande. Estaban hechos por ellas. –Eso rompe con la estética del edificio.
La chica sólo la miró, entre indiferente y ofendida, se acercó a su puerta, colocó la llave y la giró, para luego entrar y cerrar dando un portazo y dejando a la mujer hablando sola. Dejó las cosas sobre la mesa de la pequeña cocina y fue hasta su habitación, que estaba a oscuras. Encendió el velador y colocó el disco recién adquirido en el tocadiscos. Se tiró en su cama, a escucharlo tranquila.

Cuando la púa llegó al final, ni se molestó en sacar el disco de la bandeja. Se quedó allí, escuchando el ruido, mezclado con el barullo que provenía desde la calle, mientras contemplaba la tapa del disco. De pronto se puso de pie, guardó el disco y abrió su armario. De entre un pilón de ropa sacó una bolsa plástica de color azul. La abrió para comprobar que estuviera allí su pequeña hacha. Se dirigió a la cocina, y abrió un cajón de la mesada. Se colocó unos guantes de látex que había allí, y salió del departamento, con tranquilidad. Caminó sin prisa el largo del pasillo. Nadie andaba por allí, era la hora del almuerzo y todos estaban en sus casas. Podía escuchar el ruido de ollas, de niños gritando, de televisores encendidos. Llegó a la puerta del final del pasillo, y golpeó, no quería tocar el timbre. Esperó, hasta que la arrugada cara de su vecina al fin se asomó.
-Hola. Me gustaría hablar con usted. –dijo casi sin una expresión en su rostro.
La mujer la miró de arriba a abajo, desconfiada. La volvió a mirar a la cara y esta vez se encontró con una sonrisa casi angelical.
-Pasa –abrió la puerta completamente y Mélisande entró, mirado a todos lados.
La mujer cerró la puerta y se disponía a echarle llave cuando escuchó un ruido, parecido al de una bolsa, quizás la bolsa que vio que traía la chica en su mano izquierda. Quizo voltearse a ver, pero no pudo. Antes, Mélisande le aplicó un certero golpe en la parte superior de la cabeza. La mujer cayó desplomada, con el hacha incrustada, mientras la sangre brotaba a borbotones. Mélisande, inmutable, sacó el hacha de la cabeza de la mujer y rápidamente la envolvió en la bolsa. Miró a su alrededor, en una mesita vio un teléfono, una agenda y un lápiz. Lo tomó y escribió en la blanca puerta el título de una de las canciones que hacía minutos había escuchado: “What you’re doing”. Dejó caer el lápiz, ensangrentado porque lo había tomado con sus guantes sucios, y abrió cuidadosamente la puerta. Miró a todos lados: seguían con su almuerzo. Salió al pasillo, dejando la puerta abierta, caminó con la misma tranquilidad, pero cuidando de no tocar nada, o de dejar huellas, y con un pie empujó la puerta de su casa.





-Tengo hambre. –repetía George constantemente. Dobb estaba perdiendo la paciencia. Era la hora del almuerzo y todos tenían hambre, pero aquel chico parecía querer recordárselo a cada instante.
El radiotransmisor que tenía instalado en su auto comenzó a sonar. Era la policía, pidiendo contacto con él. Dobb estaba a punto de tomar el pequeño transmisor, pero Ringo se le adelantó.
-¡Aquí el inspector Ringo! –los demás estallaron en carcajadas, mientras que del otro lado se hacía un silencio casi sepulcral.
-¿Pero qué haces? –gritó Dobb, tratando de arrebatárselo y a la vez conducir el auto.
-Oiga, va a chocar.
-¡Por tu culpa! ¡Dame eso!
-Pero toda mi vida quise hacerlo.....-Ringo puso su mejor cara de niño compungido.
-A mi no me convences con esas caras. ¡Dámelo! –con cierto temor, Ringo le alcanzó el transmisor, que Dobb tomó con violencia. –Aquí Dobb, ¿qué ocurre?
-Dobb –se escuchó del otro lado –se ha encontrado el cadáver de un femenino.
-Oh no....
-Ey Dobb, creo que esto tiene que ver con....bueno, ya lo sabe, las inscripciones esas......
Los cinco se miraron preocupados.
-No digas nada, Wilson. Pásame la dirección.
Wilson le dictó la dirección, que Dobb memorizó automáticamente.
-Bien, ya escucharon, otro mas. Los llevaré a su casa, cualquier novedad me comunico con ustedes enseguida.
-¿No puedo acompañarlo?
Dobb miró hacia el asiento trasero, para comprobar que el que hablaba era John.
-¿Tú?
-Si, yo. –respondió seguro, ante la mirada desconcertada de sus amigos.
-¿Quieres ver sangre?
-No...
-¿Y entonces?
-Es que....no lo sé, de algún modo estamos metidos en esto....Quisiera ver qué se hace, y esas cosas.....
-Mmm...podrías acompañarme a interrogar a los vecinos o familiares. Eso sí, te disfrazas mejor, no quiero escenas de histeria colectiva.
-John, ¿estás seguro? –preguntó Ringo, preocupado.
-Si, tengo curiosidad.....
Dobb dejó a cada uno en su casa, y se dirigió a la escena del crimen acompañado por John. Mientras conducía, vio de reojo a John, que simplemente silbaba mirando por la ventanilla del coche. Le extrañaba la actitud del joven, no podía saber si quería acompañarlo para sólo divertirse viendo algo nuevo, o si en verdad estaba interesado en lo que estaba sucediendo.
Cuando llegaron, el edificio estaba rodeado por un cordón policial, y ya había algunas cámaras de televisión.
-Venga por aquí, Dobb –dijo un joven agente, indicándole el camino -¿Quién es él?
-Oh, es mi....sobrino –miró a John –No se preocupe, está por graduarse de médico forense,  no molestará.
John rió por lo bajo, y Dobb lo miró con severidad.
-Será un gusto tenerlo trabajando con nosotros, cuando se gradúe –dijo el agente.  John sólo le sonrió y asintió con la cabeza, tenía miedo de que lo reconocieran si hablaba.
Llegaron al departamento de la mujer, que aún tenía la puerta abierta. Estaban colocadas las cintas con la leyenda “Peligro”,  y había varios policías apostados., vigilando que nadie se acercara. Al ver a Dobb, le dieron paso. Entró, pero John decidió quedarse afuera.
-Puedes pasar, ya no hay nada, al cuerpo se lo llevaron los médicos.
John entró, desconfiado, mirando a todos lados. Vio como unos cinco hombres, entre policías y peritos, guardaban en bolsas especiales todo tipo de objetos que pudieran ayudar a la investigación.
-Aquí está la inscripción –John miró hacia la puerta que estaba detrás suyo, la que señalaba uno de los policías mientras recogía un pequeño lápiz ensangrentado.
-What you’re doing......La culpa es de Paul –trató de ponerle humor, pero sólo se ganó una mirada de reprobación por parte del inspector.
-Salgamos a recorrer, quiero escuchar qué dicen los vecinos –Dobb salió seguido por John. Varios vecinos estaban en la puerta de sus departamentos, asustados o charlando entre ellos sobe los sucedido –Bien, mi nombre es Dobb, inspector de policía. Les haré algunas preguntas. ¿Conocían a la mujer?
-Oh si, era una buena vecina –contestó una anciana.
-¿Nadie sabe si poseía algo de valor que quisieran robarle, o algún tipo de enemigo?
-Era una anciana jubilada, ¿qué dinero puede tener? ¿O qué enemigo? –dijo un hombre mayor, algo enojado.
-¿No escucharon nada? ¿El timbre, por ejemplo?
Todos negaron, menos otra mujer.
-Susan salió a hacer compras y cuando volvió notó que estaba abierta la puerta de la casa de la señora Pickwick. Se asomó y......la vió.
-¿Dónde está esa señora Susan?
-Ya la llevó la policía para que declare.
-Gracias por adelantarse, queridos agentes....-masculló Dobb –Seguiré preguntando al resto de los vecinos.
-Ya estamos todos –dijo el hombre mayor, con el ceño fruncido –Al menos los de este piso.
-No, Gerard –le respondió la anciana –Aún falta la muchacha que vive en el “F”, pero creo que no está, sino ya se hubiera asomado a ver qué pasa.
-Quién sabe, esa chica es rara.
Dobb dejó a los vecinos hablando y fue hasta el departamento “F”.
-Cuántos dibujos –dijo John mirando la puerta.
Dobb tocó timbre y al cabo de unos minutos, la puerta se abrió y apareció una chica hermosa.
-Soy inspector de policía, ¿puedo hablar con usted? -La chica sólo asintió con la cabeza –Sólo es para hacerle unas preguntas sobre la muerte de su vecina.
-¿Muerte? –preguntó sorprendida.
-¿No lo sabía? La señora del departamento “A” apareció asesinada.
-Ohh no, qué horror....no lo sabía. ¿Cuándo fue?
-La encontraron hace casi una hora. ¿No escuchó todo este barullo? –dijo haciendo referencia a los vecinos en el pasillo, la policía que iba y venía y algunos médicos.
-Estaba dormida.....
-Entonces no creo que pueda hacerle las preguntas. ¿En estos días no vio a nadie sospechoso por aquí?
-No, no, sólo a los vecinos de siempre.
-¿Usted conocía a la mujer?
-Si, si, era muy buena.
-¿Puede darme su nombre y apellido?
-Mélisande Leroux
-¿Cómo?
-Mélisande Leroux –repitió, y levantó la vista.  Y lo vio. Era demasiado parecido. Él se giró para mirar a su derecha, ya que desde allí provenía un fuerte ruido, probablemente del departamento “A”.
Dobb terminó de apuntar el nombre de la chica.
-Gracias por su ayuda –saludó. Pero Mélisande no le contestó, seguía con la mirada clavada en ese tipo tan parecido a alguien, que ahora también la estaba mirando a ella, aunque sus ojos denotaban sorpresa, o temor. Sí, era él. Los tenía demasiado estudiados como para no darse cuenta.



-Oiga –dijo John luego de cerrar la portezuela del auto –esa chica....
-¿Qué chica?
-La última que vimos, la del nombre raro.
-No es un nombre raro, es un nombre francés.
-Lo que sea. Creo que me reconoció.
-¿Cómo te va a reconocer? Estás muy disfrazado.
-Los fans son así.
-¿Fans?
-Bueno....no sé si lo sea, pero vi un poster pegado en una pared. Creo que éramos nosotros, usted vio que apenas entreabrió la puerta.
-Si, si. Pero no creo que te haya reconocido.
-Eso espero.....


*--*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-
Hola!!! acá yo de vuelta, trayéndoles otro capi de esta cosa fea jajaja. Me resulta re extraño escribir con "Tu", cuando estoy acostumbrada al "Vos", pero bueno, es para darle seriedad, porque el argentino me parece muy jodón, es mas para algo chistoso y no para cosas donde la chica linda de la historia anda asesinando viejas jajajaja.
Espero que les guste :)
Un beso a todas!

7 comentarios:

  1. Se me hace raro para mí también, leer algo tuyo que no esté en el "vos", además en mi ciudad también se utiliza mucho así que ya me estaba acostumbrando.
    Volviendo al punto... El capítulo: asombroso, genial, fantástico. AMO EL FIC! Amo la trama, amo la forma en que lo escribes, los personajes TODO TODO TODO
    Esa muchacha loca me gusta mucho, bueno, me refiero a como estás desarrollando el personaje.
    Eres un genio ! *_*

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  2. Esa chica pasa asesinando, estara asesinando gente en cada capitulo ?? mientras luego no pase a matar al innombrable todo esta bien XD me gusta mucho la protagonista, su personalidad y todo me encanta...... Me dio mucha risa Ringo XD si los Beatles no pegan mas creo que seria ideal como inspector de policia jajajaja se veria muy bien con una placa XD y John hasta disfrazado lo reconocen, algo me dice que va a ser el primero que conozca a Mélisande 1313 jajajajaja , ya quiero leer que sucede en el proximo asi que apurate a inspirarte , escribir y publicar pronto ;) ES UNA AMENAZA XD

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  3. hahahahahahahah! es cierto no había notado que eliminaste el "vos" & ahora es "tu" xD haha yo siempre escribo con tu .-. bueno es que yo soy de México pues xD escribimos con "tu" & hacemos tacos de machaca con huevo?) xD hahahahah! esta tipa me esta cayendo bien, bien tranquila, la ofendieron & mejor va & mata a la tipa en cuestión xD la vdd es un fic realmente fuera de lo común & me esta gustando OMFG 1313 el John! se va a enamorar de una asesina! xD al fin! alguien tan dañado como él xD hahaha!!

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  4. jajajjajajajjajajajmuy jodon, y asesinando viejass! matoooo! sinceramente, te pasas y me encanta lo tragico de la situacion pero CHE VOS LOCA NO ME HAGAS ENAMORAR AL ION DE LA PIBA ESTA ASESINAAA! MCCARTEY E TU CULPAAAAAAAAAAAAAAA! (leease a lo Peter Capussotto) jajajjajaj bueno, me dejo secuelas esto, pero... el tu da seriedad, si si seriedad a nosotros que vamos por la vida con el vos y el che' jajajj bue, me encanto, y si, el Ion se me enamora de la loca XD Seguila que esta buena y sangrientelosa (?) bueno, mucho Lennon afecta XD Nos vemos filo querida, diria Mirta jajajaj bue... seriedad, nos vemos! Y SUBIIIII PRONTOOOO!

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  5. ._. Espero que John no se enamore de ella y ella le haga algo :S Que miedo! Pero bueno, me encanta como va toda la historia e.e Saludos

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  6. Jajaj totalmente, es medio raro usar ''tu'' en las historias, a mi se me complica.
    Es simplemente GENIAL! Me encanta ! say no more..

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  7. Digo lo mismo que Aye. Si haces enamorar al Ion de la loca esta, la psicópata no va a ser Melisande sino yo. Y ojo, porque aunque en el paro, tengo unos ahorrillos y para un billete de avión a la Argentina me da... Y recuerda que sé donde vives... Buajajajaja.
    Después de esta pequeña y sutil amenaza, digo, recomendación, prosigo con el comentario, jajajajaja. Fuera bromas, me encantó el capi. Me encanta esta nove tan diferente, de verdad, es algo tan nuevo que me llama mucho la atención y en serio que valoro el uso del tú, porque entiendo lo complicado que debe llegar a ser. Es como si a mí ahora alguien me dijera que escribiese de usted. Sería casi imposible para mí y estoy segira de que sería un esfuerzo titánico.
    Fuas, este John... Un poco más morboso y lo emplean en uno de esos programas sensacionalistas que hacen por la tele, de los que mi madre suele denominar los de "el muerto en la mesa" porque siempre caen a hora de cenar, jaja. Él, ale, a mirarlo todo ahí. Anda que no tiene narices la cosa, sólo faltaba que el estudiante de medicina forense sobrino del inspector Gadget este, se encontrara con la ancianita muerta, jajaja.
    Y la Melisande esta... Buf, buf, buf... Mala, mala, y encima la jodida disimula bien porque se hace la tonta como nadie... Y encima va y reconoce a John. Hay que joderse. Madre mía que mal fario me está dando todo esto... :/
    Bueno, bueno, bueno, genial capi, como siempre.
    Cuídate y sigue asesinando a gente (pero ojo con a quien mata la tipa esta o me meto en la historia y le hago un transplante de corazón sin anestesia y con un cuchillo cebollero o siempre puedo hacer lo que hizo mi ídolo en esta escena... -sí, mi ídolo es, y siempre lo será, el inefable, culto y cabrón, doctor Lecter-, jajaja http://www.youtube.com/watch?v=g9xcKeP3vW8)
    Besos y psicóticos saludos! :D

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