Chloe y Zettie
frenaron ante el semáforo sin pararse sobre la senda peatonal porque, ante
todo, cumplían las normas. Chloe acarició una de las bolsas de dinero mientras
esperaba a que se pusiera en verde. Un auto estacionó junto a ellas y bajó el
vidrio.
–¡Hola muñecas!
Zettie suspiró.
Era el ruso.
–¿Qué querés,
pedazo de infeliz?
–Ay, siempre tan
agresivas. ¿Qué tal?
–Mejor,
imposible. Te hacía en la cárcel.
–Ya salí, no
hubo pruebas.
–¿No hubo?
–exclamó Chloe–¡Te encontraron atascado en el baño de la agencia recaudadora!
–Me hice pasar
por empleado de teléfonos.
El semáforo se
puso en verde y Chloe arrancó a toda velocidad, pero para su desgracia, Dimitri
igual las alcanzó. Ahora tenía un buen auto.
–Quisiera
proponerles un negocio. ¿Puedo ir hasta su casa?
–¡No!
–¿Por qué?
–Porque no. Y no
necesitamos tus negocios.
El ruso se
encogió de hombros, saludó con una mano y dobló en una esquina.
–Ese tipo me
pone nerviosa. –dijo Zettie–¿Creés que igual se aparecerá en casa?
–Nunca se sabe.
Tomaremos medidas, vigilaremos. Si vemos que se acerca a casa, inventamos algo para que se vaya.
Dejaron de
hablar, ambas estaban muy cansadas porque robar era agotador. Al fin llegaron a
la casa, ansiosas por un refresco. Bajaron dando portazos, el dinero lo bajarían
cuando nadie las estuviera viendo.
–Zettie…–dijo
Chloe mirando a todas partes–¿No te parece que está todo muy calmado?
–Puede ser, no
se escucha nada y eso es raro.
–Mi instinto de
ladrona me dice que algo está pasando, y que no es nada bueno.
No terminó de
decir aquello que la puerta de la casa se abrió.
–¿Pero qué…?
¡¿Qué mierda se hicieron en la cabeza?!
–¡Están locos!
¿Qué les pasa? Ay no, yo me desmayo…
Los cuatro
estaban inmutables. Abriéndose paso, John se plantó delante de ellas y levantó
en alto los papeles que habían encontrado.
–Queremos una
explicación sobre esto.
Si les hubieran
pegado un tiro, se hubieran sentido mejor. Chloe tragó saliva como pudo, y
Zettie se apoyó en el auto para no caerse al suelo de la impresión que estaba
sintiendo.
–Bueno…este…–comenzó
Chloe.
–No pongas
excusas, Read. Lo sabemos todo.
–¿A qué se
refieren con todo?
–A todo.
–Zettie…¿a qué
se referirá? Porque hay mucho y…
–Shhh. –Zettie
levantó una mano. De inmediato ambas
adoptaron una postura más que temible. Chloe se aclaró la garganta.
–Bien, si ya
saben todo, ¿para qué quieren una explicación? De acuerdo, nos descubrieron, no
somos lo que decimos.
–Sólo son un par
de delincuentes.
–¿Sólo? –Zettie
se escandalizó–¡Somos las mejores!
–No, porque las
descubrimos.
–Ay si, ahora
los niños son detectives. Seguro que encontraron esos papeles por casualidad,
¿o no? A ver, díganme qué sospechas tenían.
–Ehh…ninguna.
–John bajó la cabeza–La verdad que jamás nos imaginamos algo así. Y sí, lo
encontramos por casualidad.
–Igual atamos
cabos también. –agregó Ringo–El arma que vi no la tenían por defensa, ¿no?
–No, eso fue
todo un cuento. Pero te lo creíste.
Se quedaron en
silencio mirándose con altanería.
–Supongo que
tendremos que denunciarlas.
–Adelante.
–Chloe se encogió de hombros–A todos en la cárcel les diremos que vivimos un
tiempo muy hermoso con ustedes.
–Sí, es una pena
que se termine, pero bueno, hay que hacer justicia.–agregó Zettie, poniendo su
mejor cara de desazón–Lo más penoso es que se quedarán sin refugio.
John miró a los
demás, que parecían imperturbables.
–No nos dimos
cuenta de eso. –susurró.
–¿De qué?
–Paul, sos
tarado. ¡Los terroristas! Hasta ahora no nos han encontrado acá, si nos vamos y
encima las denunciamos se armará un escándalo y sabrán que estamos en Londres.
–¿Y qué? ¿Nos tenemos
que quedar acá?
–Yo diría que
sí. –dijo Chloe–Ejem, perdón por escuchar la conversación ajena.
–¡Pero ustedes
nos robaron!
–Ay Paul, si lo
recuperaron enseguida. Fue por una buena causa.
–Sí, dimos parte
del dinero a unos vegetarianos que eran pobres y debían comer restos de
hamburguesas de los tachos de basura. Una vida muy difícil.
–¿Eso es verdad?
–¿Y cuándo te mentimos?
–Basta, esto es
un desastre. –dijo George–No les creo una palabra, así que me voy.
–Suerte con los
terroristas. –silbó Zettie–Yo que el resto iría buscando un nuevo guitarrista
para la banda. Si es posible más lindo.
–No me das
miedo.
–Es que no
quiero darte miedo, sólo te digo la realidad. Pero bueno, allá ustedes. Voy a
ducharme, estoy muy cansada. Si deciden irse, avisen.
Zettie se metió
dentro de la casa, y Chloe la siguió.
–Pónganse una
peluca, se ven horribles. –les dijo al pasar.
–“El Comité de
Reuniones Urgentes comienza la sesi…”
–Ay ya basta
Ringo, tenemos que decidir algo de una vez.
–Lo que diga el
muy señor Paul, que obviamente tiene la palabra, como siempre.
–¿Me estás reprochando
algo? Te recuerdo que la espantosa idea de pelarnos fue tuya.
–Te jodés, a mi
me queda bien, el único que se ve como un huevo, sos vos.
–Oigan, basta de
peleas. –dijo John , serio–¿Qué hacemos?
–¿Qué hacemos,
qué hacemos? ¡Denunciarlas! ¡Claro que sí! Yo ya me estoy yendo, no quiero
vivir con delincuentes.
–Paul, bajá la
rabia. Hay que pensar en frío. De acuerdo, nos robaron y nos mintieron. Pero veamos
algo: no es culpa de ellas que estemos aquí. Es culpa de la policía. No investigaron
quiénes eran ellas en realidad y nos metieron acá, justo en la boca del lobo.
Fue una fatal casualidad.
–¡Por eso las tenemos
que denunciar! ¡Hay que colaborar con la policía!
–Ah no, yo a
este lo mato. ¡Pará un poco, Paul!
–¡Pero es que no
podemos estar así! ¡Van a matarnos mientras dormimos! ¡Nos dejarán sin nada!
¡Nos robarán muchas veces más! ¡Nos secuestrarán y pedirán rescate! ¡Nos…!
John miró a
Ringo y asintió. Este le pegó a Paul en la cabeza.
–¡Ay! ¿Y ahora
por qué me pegás?
–Para que te calmes de una vez. John está pidiendo
que pensemos en frío y vos lo único que hacés es gritar como niñita.
–Como niñita
pelada. –agregó George.
Paul se cruzó de
brazos, y no dijo nada más. John continuó.
–Justo eso es lo
que pido, que pensemos en frío. En parte no es culpa de ellas. Y además, si nos
vamos, quedamos sin lugar donde ir. Hasta ahora no hubo ningún tipo de amenaza,
están tranquilos, pero sería conveniente seguir así hasta el plazo que dijo el
Inspector. Cuando se cumpla ese plazo, nos vamos, las denunciamos, las mandamos
a la silla eléctrica, y todo lo que a Paul se le ocurra.
–No sé…–dudó
George–Estoy entre ambas opciones. Por un lado me da miedo, y por el
otro…también. Tengo miedo de ellas y de los terroristas. Creo que si no decimos
nada, ganaremos su favor, y podemos extorsionarlas, pedirles cosas a cambio de nuestro silencio. Voto por quedarnos.
–Y yo.
–Y yo. ¿Paul?
–¿Para qué voy a
decir algo si ya ganaron ustedes? Voto por el sí. ¡Pero que no vaya a ver cómo
matan a Tofu y lo convierten en mortadela!
Golpearon la puerta
del comedor en el que Zettie y Chloe se
preparaban para oír lo peor. Por culpa
de esos cuatro piojosos pelados, ya tenían un pie en la cárcel. Aunque siempre
podían escapar antes que ellos las denunciaran, tomarse un avión e irse al
lugar más recóndito y feo, como Rusia con la familia de Dimitri.
Zettie abrió y
sin siquiera mirarlos, los hizo pasar.
–Decidimos
algo.–anunció George–Nos quedamos.
–¿En serio?
–Sí, pero habrá
condiciones.
–Auch. –dijeron
ambas.–¿Cuáles?
–Mmm...no lo
sabemos aún, pero habrá. Cualquier cosa que se nos ocurra. No podrán decir que
no o…ya saben, tenemos el teléfono de Connor.
–¿Y qué harán
cuando terminen sus “vacaciones” en nuestra casa? ¿Nos denunciarán, no?
–Ehh…–George
miró a los otros–No, no, claro que no, esto quedará entre nosotros. Eso sí, no
vuelvan a robarnos.
–No teníamos
pensado hacerlo, ahora que viven con nosotras, nos dan lástima. –Chloe se
aguantó la risa de ver sus cabezas–Bien, echemos un manto de piedad sobre esto.
–¿Algún día nos
devolverán el dinero?
–¿Cuándo viste a
un ladrón devolver semejante cantidad, McCartney? Claro que no. Después de
todo, tenemos que mantenerlos, consideren que pagaron las cuotas alimentarias
por adelantado. Y el arreglo del vidrio que rompieron.
–Ah, se me
ocurre una condición. –dijo Ringo–Queremos que no tengan más esa colección de
cosas nuestras.
–¿Qué? ¡Hace años
que juntamos cosas!
–No nos importa,
tiren todo. Es muy…escalofriante. Sobre todo cuando entre esas cosas, tienen
medias tuyas. –miró directamente a Zettie.
–No tiraremos
nada, Ringo Starr. Es nuestro y ustedes no van a decirnos qué hacer.
–John, llamá a
Connor.
–Vamos, llamalo
y que los terroristas sepan donde están y vengan acá mismo a ponerles una preciosa
bomba.
Ringo siguió
mirándola sin apartarle los ojos y ella igual. Al final, él se resignó.
–¿Qué? ¿Tienen
miedo? Creo que muchas condiciones y exigencias no podrán hacer, los tenemos
agarrados de las pelotas.
–Chloe, ese lenguaje...
–Me da igual el
lenguaje. Si vamos al caso, todos estamos agarrados de las pelotas. Nosotras no
cumplimos, oh qué horror, nos denuncian. Y ustedes tienen tremendo escándalo y
encima los matan.
–Dios, no
podemos contra ellas. –suspiró Ringo.
–Eso tendrías
que haberlo sabido desde hace rato.
–Bueno, ¿y entonces?
–Entonces nada,
Lennon. –Chloe sonrió al verlo resignado–Las cosas siguen como antes.
–¿Con las reglas
y todo eso?
–Ajá.
–Son las peores
mujeres que vi en mi vida.
–Qué honor.
Oigan, si quieren seguir jugando a los detectives, averigüen quién nos llenó de
piojos.
Pasaron dos días
en los que no de dirigieron la palabra y se tiraban miradas amenazadoras, hasta
que todos terminaron acostumbrándose a la idea de que estaban metidos en un
grave problema. Después todo volvió a la normalidad, si es que así podía
llamarse.
–¿Qué se hicieron
en la cabeza? –repetía Brian, en medio de una crisis de nervios. Los demás lo
miraban divertidos.
–Si total
estamos de vacaciones…–dijo John restándole importancia–Ya crecerá para cuando
nos tomen fotos.
Apenas había
terminado de decir eso, vio el fogonazo de un flash. Zettie blandió su cámara
en el aire.
–¡Tengo una foto
de los Beatles pelados! Será la mejor de la colección.
John quiso decirle
algo pero se contuvo porque Brian estaba frente a ellos y no querían que supiera
la verdad porque le daría otro ataque. Así que sólo le dio una sonrisita
acompañada de una mirada fulminante.
–Tomen, les
compré pelucas. –Chloe bajó la escalera y le dio una a cada uno.
–Oh, ¡qué atención
de su parte! –exclamó Brian, calmándose de ver peludos otra vez a los
Beatles–Usted es un ángel.
–Claro, un ángel…–repitió
John.
Connor estaba
parado detrás de Brian, impertérrito como buen policía. Todos estaban tentados
de gritar ahí mismo lo que sabían sobre las “princesas” pero se controlaban.
–Bueno, ya es
tarde y debo irme. –Brian miró su reloj y luego miró a Connor–¿Usted se
quedará?
–No, me voy
también ,ya comprobé que todo sigue en orden.–se removió y comenzó a rascarse
la cabeza–Jé, perdón, es que mis hijos pequeños me pegaron sus piojos…Pero ya
está controlado eh, no teman.
Todos lo miraron
y luego se miraron entre ellos. El misterio estaba resuelto.
–Más motivos
para que odie a la policía. –susurró Chloe, comenzando a rascarse.
–Ok, nos vemos.
–saludó Connor–Ah, una cosa…No me quedó claro porqué se pelaron…
–Por moda. –John
hizo una sonrisita.
–Lo acompaño.
–dijo Paul.
Chloe y Zettie lo
miraron y si sus miradas hubieran sido flechas, Paul hubiera caído cual
guerrero en Troya. Él siguió como si nada, caminando detrás de Brian y Connor.
–Si Paul habla,
ustedes lo pagan. –dijo Zettie mirando a los otros tres–Chloe, traé la
escopeta.
–¡Pero…!
–Harrison, regla
N° 8: Nadie protestará.
Vieron cómo Paul
charlaba animadamente junto al auto de la policía en el que luego, Connor y
Brian subieron. Se despidieron con u n bocinazo y Paul regresó con una
sonrisita.
–¿Y? ¿Se
asustaron?
–¡Idiota si
hablabas nos mataban!
–No iba a decir
nada, sólo fue para meterles nervios a sus “majestades”.
Ese mismo día,
cuando estaba anocheciendo vieron un par de faros acercarse a la casa. En unos
segundos, el auto de Dimitri se estacionó frente a la casa.
–Es un extraño,
¡pidamos ayuda! ¡Auxilio, estamos secuestrados!
George le dio un
golpe en la cabeza a Paul para que se callara.
–¿Por qué todos
me golpean en la cabeza?
–Para ver si
dejás de ser idiota.
–¡Ay no! –gritó
Zettie, que leía junto a ellos, o más bien aguantaba todas las críticas que le
habían hecho durante esa tarde.
–¿Qué pasa?
–dijo Paul–Ah, ya sé, no te gusta que me
peguen en la cabeza. ¿Lo ves George? Alguien me defiende.
–No me refería a
eso, por mí que te sigan pegando. Me refiero a que yo conozco a ese tipo.
Dejó el libro a
un lado y salió al jardín. Miró hacia el comedor y les hizo señas de que si
salían les cortaría el cuello. Se acercó a Dimitri, que estaba encendiendo un
cigarro junto a su coche.
–Hola muñeca.
–dijo en su acento cerradísimo, lo que causó que una lluvia de saliva
aterrizara sobre la cara de Zettie.
–¡Aggg qué asco!
¿Cuándo vas a aprender a pronunciar? ¡En Inglaterra se habla, no se escupe!
–Vine a
visitarlas. –hizo caso omiso a las protestas–Supongo que seguirán teniendo el buen
vino que me convidaron la última vez que vine.
–¡No! No lo tenemos
y no podés visitarnos.
–¿Por qué?
–Porque…porque…¡porque
no podemos! Es más, no queremos.
–Alguna razón
tiene que haber.
–Tenemos
invitados.
–Bueno, ahora
tienen un invitado más.
–¡No, no! Son
importantes, no quiero que te vean o sospecharán.
–Paso mañana.
–¡No, joder, no!
¡No vuelvas! Vení…no sé, el mes que viene. Llamá antes.
–¿Pero no puedo ver
quiénes son los invitados?
–No.
–Ay, ni que
fueran los Beatles.
–Fuera.
–Pero…
–Fuera.
–¿Ni un poquito
de cena me darán?
–Fuera.
–Sólo me quedaré
un rato, ni siquiera me mostraré y…
–¡FUEEERAA!
Dimitri dio
media vuelta y subió al auto. Salió de allí haciendo sonar los frenos.
–¿Quién era ese?
–preguntó George, parecía preocupado.
–Un tipo.
–Ya lo sé, ¿pero
quién era? Parecía peligroso
–Lo es. Lo sería
mucho más si no fuera bastante torpe.
–¿También es
delincuente como ustedes?
–George Harold
Harrison French. Que sea la última vez que nos llamás delincuentes. Sólo somos
distribuidoras de la riqueza.
–Como digas…–George
ahogó una risita–¿El tipo ese volverá?
–Espero que no.
Si vuelve, los verá y todo será un caos.
–Escuché un
poco, hablaba raro, como si fuera ruso. –Paul hojeaba el libro que había dejado
Zettie–¿Por qué leés novelas de Corín Tellado?
–Porque me
gusta, ¡no te metas con mis libros! Y sí, es ruso.
–Ay no…–George se
agarró la cabeza–¡Por favor, nunca dejes que nos vea! Nos podría secuestrar y
llevarnos a Rusia y se desataría una Tercer Guerra Mundial ¡y moriríamos todos!
–No entiendo porqué
son tan paranoicos…Dimitri no los llevará porque creo que ni sabe cómo regresar
a la Unión Soviética.
–A ver, repetí
eso. –Paul la interrumpió.
–¿Qué cosa?
–Lo último.
–¿Que no podría
regresar a la Unión Soviética?
–Qué buen título,
lo anotaré. –Paul sacó una pluma del bolsillo de su camisa y escribió la frase
en la tapa del libro de Zettie.
–¡Ey! ¡No rayes
mi libro!
De pronto se
escuchó un estruendo, como algo que caía al piso y se partía en mil pedazos.
Los tres se miraron y fueron hacia el lugar donde les parecía que se había
producido el ruido. Fueron hasta la amplia sala de estar y vieron a Ringo.
–Ehh…hola.
–sonrió.
–¡¿Qué hiciste?!
En el suelo,
irremediablemente rota, una taza.
–Yo estaba mirado
y…
–¡Mi colección
de tazas!
–¿Ah, era una
colección? Con razón había tantas…
–¡Rompiste una
taza de mi colección!
–No sabía que
tenías esos gustos, jé…Bueno, pero hay muchas tazas más, por una no te hagas
tanto problema…
–¡Era una taza de
porcelana china de 1275!
–Bueno…supongo
que entonces sí tenés que hacerte problema…Podría arreglarla.
–¡No la toques!
–¿Qué pasa acá?
–Chloe entró despeinada y bostezando–¡No dejan dormir la siesta tranquila!
–¿Siesta? Son las
ocho de la noche…
–Callate Harrison.
¿Qué pasó?
–¡Él! ¡Rompió
una de mis tazas! –gritó Zettie, señalándolo.
–Yo sólo la miraba
y se cayó de pronto.
–¿Cómo va a caerse
de pronto? ¿Qué? ¿Hubo un terremoto y se cayó sola? ¡La agarraste y la tiraste!
–¡No la tiré!
¡Solamente la agarré para verla bien y se me cayó!
–¡Lo hiciste a propósito!
–¡No!
–¡Sí!
–¡Histérica!
–¡Estúpido!
–¡Silencio!
Ambos se callaron
ante la voz de John, que también estaba despeinado.
–No se puede
dormir la siesta en esa casa.
–¿Vos…? ¡Já, con
razón! ¡Dormían juntos! –Paul soltó una carcajada a la que se unió George.
–¡Chloe! ¿Desde
cuándo…?
–No hagas preguntas,
Zettie. Yo dormía, sola. Si él también dormía, es pura casualidad.
–Sí, claro…
John le dio otro
golpe en la cabeza a Paul, que enojado, se fue dando un portazo.
–¿Y entonces qué
pasó?
–Tu amigo rompió
una de mis tazas.
–Pero si tenés un
montón…
–¡Esta era una pieza
única!
–Bueno, sería
única que era bastante fea…
Zettie lo miró
indignada y al igual que Paul, se fue dando un portazo.
Se quedaron mirando
la taza destrozada. John pateó con suavidad un pedazo, suspiró.
–Son un cuarteto
de insufribles, ojalá se vayan pronto. –Chloe se fue igual que Zetite, pero con
más suavidad.
John decidió seguirla
en silencio, y vio que entraba en la habitación donde estaba la colección de
cosas beatle.
–Estas chicas tienen
una obsesión por coleccionar cosas. –pensó. Se asomó a la puerta y la vio
comenzado a juntar cada una de las cosas y metiéndolas en una bolsa grande de
basura. Sin saber porqué, le dio mucha pena y más pena cuando notó que estaba
llorando.
–Hola.
–Qué susto. –se
restregó los ojos–Andate.
–¿Qué hacés? –no
le hizo caso y entró igual.
–Nada que te
importe. Te dije que te vayas.
–Estabas
llorado.
–No, me estoy
lavando los ojos de adentro para afuera. –arrojó varios posters dentro de la
bolsa, y luego la media de Ringo, que dejó caer con asco.
–¿Por qué estás
sacando todo?
–Porque ocupan
mucho espacio. Haré un gimnasio o algo
más productivo. Estas porquería sólo juntan polvo. Especialmente las fotos
tuyas.
–Que lástima que
sólo mis fotos juntan polvo, la gracia sería que lo juntara yo. –arqueó las
cejas, pero ella le dio un empujón.
–Te dije que te
fueras, no tengo ganas de escuchar tus bromas con doble sentido.
John la tomó por
una de las muñecas cuando ella se disponía a arrojar un disco en la bolsa.
–¿Harás lo mismo
que hicieron los norteamericanos?
–Sí, los quemaré
a todos y les pasaré con una topadora por encima. ¡Soltame, tarado! ¿Qué te
pasa?
John la soltó
con una risita, y se quedó mirando todo lo que había allí. Era verdad, ni siquiera
sabían que existían tantas cosas con su cara.
–¿Ey, y esto?
Chloe levantó la
mirada y vio que John tenía en su mano derecha una armónica plateada. Se
encogió de hombros.
–¿Esto era mío?
–John le daba vueltas a la armónica–No la recuerdo.
–No es tuyo, la
compré porque sí, para darle más ambientación a tu altar.
–¿Altar?
–Bueno, llamalo
así al lugar, que ahora me parece horrible, donde están todas las cosas
relacionadas a vos.
John le dio más
vueltas a la armónica y, apoyándose contra una mesa llena de caramelos beatle,
comenzó a tocar mientras Chloe seguía juntando las cosas y arrojándolas con
bronca dentro de la bolsa. John no tocaba nada que supiera, sólo estaba improvisando
y le salía una melodía triste y dulce. Paró cuando se dio cuenta que ella lo
miraba fijo.
–Es lindo eso
que tocás, ¿qué es?
–Nada, lo
inventé. ¿Sabés cómo se llama?
Negó con la
cabeza.
–“Chloe está
triste”.
Sentada en el
suelo, tiritó de frío. Maldijo a los grillos, esa noche eran muchos y no
paraban de gritar. Tenía muchas ganas de llorar, los Beatles que ella se había
imaginado no eran como los reales, que amenazaban con mandarlas a la cárcel, se
cortaban el cabello, le comían sus flores, le rayaban sus libros y peor, le
rompían sus tazas. Su taza, que había comprado con el dinero de su primer robo
grande. Se la había vendido un judío al que por más que le regateó, no bajó ni
un céntimo el precio. Con muchos nervios la había dejado en el anticuario,
esperando a tener dinero para comprarla y rogando que nadie se la llevara
antes. Podría decirse que por esa taza había empezado a robar. Y ahora estaba rota, hecha añicos y quien la
había roto era el amor de su vida. Que además, la había llamado histérica.
Maldijo una vez
más a los grillos, a lo lejos escuchó una armónica, ¿quién mierda se ponía a
tocar ahora? Claro, sería John, feliz y contento de ver cómo las delincuentes
la pasaban mal.
–¿Puedo sentarme?
Levantó la vista
y vio a Ringo.
–No.
Ringo no dijo
más nada, y se sentó al otro extremo del patio. Lo ignoró completamente, pero al
fin habló.
–Tenés ojos de
zombie.
Él soltó una
carcajada, pero ella se mantuvo seria.
–Me han dicho
muchas cosas de mis ojos, pero nunca que parecían de zombie, ¿por qué lo decís?
–Está todo oscuro
y brillan. O son de zombie, o de hiena. Al caso viene igual, son ojos de persona
mala.
–Tenía entendido
que las personas malas robaban bancos. Yo no robé nada.
Zettie suspiró
exasperada, iba a ponerse pie pero él le ganó y se acercó a ella.
–Lo decía en
broma. Espero que lo que dijiste de mis ojos también haya sido en broma.
–Absolutamente
no.
Se sentó junto a
Zettie, que se movió unos centímetros para alejarse.
–Tomá. –dijo él,
y en la oscuridad distinguió a su taza. Entera.–Esperá que se seque. No es el
mejor pegamento que encontré pero…supongo que aguantará.
–Por más que
esté arreglada, ya no sirve. Tiene que estar intacta.
–Entonces la
rompo de vuelta.
–¡No! –se la
quitó de las manos–No la pondré en la colección, pero igual me la quedo.
–Era muy linda.
Supongo que aparte de que es antigua y es china, para vos también tiene otro
valor, ¿no?
–Sí, más
sentimental.
–Perdón. Y
perdón por lo de histérica también.
–No te preocupes.
Y gracias.
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
Después de muuuuucho tiempo, volví!!! Pido disculpas por la tardanza, pero es que NO TENGO TIEMPO NI PARA VIVIR ah porqué se alteraba jajaja. De hecho, son casi las dos de la madrugada, única hora en la que puedo hacerme un espacio y escribir antes de caer dormida sobre el teclado. Espero no tardar tanto para el próximo, sobre todo porque está a medio escribir.
Antes de irme, les dejo unos dibujitos que nada que ver pero cuando los vi me mori de amor:
Ah que no son tiernos? A mí me encantó.
Bueno, ahora sí me voy, gracias por leer!
oh, me has alegrado la nait... es que sí, de verdad tenía ganas de leer, y hasta subí porque blogger estaba solitario hasta que me apareció tu capítulo, y de paso me leí el anterior que no me di cuenta que lo habías subido hace ya tiempo.
ResponderEliminar¡ZETTIE Y RINGO! ¡CHLOE Y JOHN! POR MICK JAGGER, esto es perfecto. ¿Y con quién se queda Paul? ¿Con Tofu?, pobre... nadie lo quiere por feo a Paul claro, y el Yorch igual que anda de solo... pero a ver qué sucede.
no puedo con tu fic, es muy divertida... son las 02:21am, me dio ataque de insomnio y aparte, andaba aguantando la risa como la loca que soy... aparte que me gusta muchísimo, ojalá puedas subir pronto!
cuídate mucho, espero que estés re groovy.
chau ~ nos leemos pronto.
pd: esas secuencias de imágenes son re buenas ***
EliminarOigan, oigan, saben que yo tenía un domingo de lo más normal hasta que he recibido un anuncio divino? Y sí, qué pasa, a ver si no me va a creer nadie ahora, que por esas caras que estáis poniendo… A ver, que sí, descreídos, gentes de poca fe y demás herejes y blasfemos carne de hoguera inquisitorial (yo me incluyo en ese saco, no padezcáis), que he recibido un anuncio divino de verdad. Más concretamente lo he recibido vía Whatsapp, que los tiempos están cambiando y hay que adaptarse a las nuevas tecnologías. Joeeeer, ya estamos otra vez poniendo caras raras como si estuviera loca? Ay, señor! Pero bueno, dejadme que me explique y así seguro que me creeréis. Hagamos unos cuantos matices, yo no sé si el mensaje era celestial o qué, pero el contenido era sacrosanto y con una buena nueva emocionante, y por tanto, una cosa así ha de ser divina por fuerza, o no? Pues bien, estaba yo en mi sofá vagueando como toda persona de bien hace un domingo por la tarde (no os fiéis nunca de los que trabajan los domingos, NUNCA!) y de repente el móvil va y suena. Obviamente lo he agarrado esperando ver un mensaje normal y tal (quién va a pensar que a esas horas le van a dar la buena nueva, por Dios!) pero cuando lo he leído, oh, hermanos, cuando lo he leído… Cuando lo he leído he entendido que un mensaje así era un regalo de los dioses (sí, de los dioses en plural, a ver qué pasa, que ahora me vais a juzgar también por ser politeísta? Joder como estamos hoy de exquisitos, eh?). Y es que, queridos hermanos, el mensaje decía que MARÍA HABÍA ACTUALIZADO EN SU FIC DE LAS CHORRAS! (bueno, “chorra” en el sentido argentino, no en el sentido albaceteño, que viene a ser algo así como más masculino y más usado para otros menesteres urinarios y de guarrerías sexuales de pecadores… https://www.youtube.com/watch?v=SnTB6YeFj0s jajajajajajajajaja). ALELUUUYAAAAAAAAAA! ALELUUU…! EH! PERO DÓNDE ME LLEVAN ESTOS HOMBRES DE BLANCO? PARA QUIÉN ES ESA CAMISA DE FUERZA? EHHHH! SI YO ESTOY MUY BIEN DE LA CABEZA! MUY CUERDA Y MUY BIEN Y… AYUDAAAAAAAAAA! HEEEEEEEEELP! (I need somebodyyyy) HEEEEEEEEELP! (not just anybooodyyyy) QUE YO SÓLO QUERÍA DAR LA BUENA NUEVAAAA!
ResponderEliminarY bueno, en fin, los hombres de blanco consiguieron llevarme a su psiquiátrico. No padezcas, por mí, aquí hay gente muy maja y unicornios rosa por todas partes. He hecho muchos amigos, imaginarios y reales, y nos lo pasamos muy bien. Ahora que tengo un ratito libre aprovecho y te escribo el comentario. Tendré tiempo suficiente: el director del pisquiátrico está inconsciente en el suelo y tardará en despertar, aparte de que nadie se dará cuenta de que estoy en su despacho y con su ordenador hasta que no sea hora de la próxima comida y hagan recuento… xD
Vale, a ver, dejemos de lado las chorradas , que me he alargado más de la cuenta y me vas a cortar el cuello por venir aquí a joderte, jajaja, y pasamos a lo que nos interesa… COMENTARTE! Ey, que no es coña, que me he alegrado un montón al saber que habías subido, que no me esperaba yo esto. Y eso de que le den a una su ración de risas un domingo, es genial. Y no sólo ración de risas, también ración de awwwwwwws, porque ya sabes que el final me ha parecido de lo más awwwwwwww, como ya te he dicho antes. Aunque eso ya te lo comentaré detenidamente después, sino empezamos ya desde el principio con las babas y esto no puede ser, jajajaja.
ResponderEliminarVeamos, ha aparecido mi secundario favorito: el ruso Dimitri. Digo favorito porque es más desastre que yo qué sé, el pobre infeliz, jajajaja. Sí, será muy peligroso y todo lo que quieras, pero si es tan cabeza de chorlito pues la peligrosidad le baja, y yo creo que este moniato es así de bobalicón. Ahora dice que quiere ir a visitarlas… No te jode! A saber qué negocio les quiere proponer, aunque la verdad es que yo no me fiaría de nada de lo que hubiera podido salir de esa mente con sólo un par de neuronas, que seguro que ese plan hace aguas por todas partes, jajajaja. Ah, y encima, aun sabiendo que no es bienvenido el señorito, va y va a casa de nuestras queridas amigas. Menos mal que Zettie le ha echado a patadas antes de que la liara y viera a los Beatles allí… Aunque a ver, no todo ha sido malo, que su visitilla ha servido para inspirar al malpensado de Paul, jejeje. Chica, me da a mí que la frase de Zettie da para una cancioncilla, no? Jejejjee
Bueno, a ver, rusos, soviéticos y canciones aparte, hay que ver cómo se han puesto las cosas en el capi, porque si en el anterior nos dejaste temblando al ver que los chicos se habían enterado de la identidad de las “princesitas bastardas”, en éste hemos visto el temido encuentro entre las dos partes. Y cómo ha sido este encuentro? Pues el encuentro ha sido terrible, apocalíptico. Primeramente porque Zettie y Chloe, pongámonos en situación, que vienen tranquilamente de delinquir como buenas trabajadoras de su gremio que son, y se encuentran a los que son sus invitados y fruto de su obsesión compulsiva pelados, pero pelados como los caraconos. Es para ponerse a llorar o no es para ponerse a llorar? Aunque bueno, según mis fuentes hay que hasta sin pelo está para comérselo enterito, jijijiji (obsesiva? Quién? xD). Siguiente, porque nada más llegar, toma revelación! John, hijo, sé un poco más delicado y no digas esas cosas tan así de repente, que a las chicas les va a dar algo y ni les das tiempo para buscar excusas ni nada, jajajaja. Bueno, a ver, al menos, pese a que hayan descubierto el pastel, todos están de acuerdo en una cosa: son rematadamente buenas, las jodidas, que si no se llega a romper ese cristal éstos aún están pensando que son las bastardas de la reina y ni la más mínima sospecha (bueno, tal vez si hubieran continuado descubriendo armas por la casa sí que hubieran acabado sospechando un poco, pero bueno…). Ahora sí que tenemos un buen marrón … Estos que las quieren denunciar, aunque finalmente ellas les han convencido de que no, que si denuncian los terroristas las localizarán y, como diría King África… https://www.youtube.com/watch?v=QlPS16NeBO0 (sí, lo sé merezco la pena de muerte por compartir esta… cosa en tu blog, ruego tu perdón. Intentaré congraciarme contigo diciéndote que te imagines a los Beatles calvos y a Chloe y a Zettie vestidas con pasamontañas bailando eso. Ves cómo ya te ha pasado el enfado? xDDD).
Ahora bien, el marrón de marrones, el padre de todos los marrones, creador y patriarca de los marrones más vulgares, los tendremos cuando descubran que oh, sorpresa, tampoco hay terroristas, que los terroristas son… ellas. Ay, Dios. Zettie, Chloe, queridas? Tenéis los pasaportes en regla? O al menos un par de buenos pasaportes falsos? Porque creo que tendréis que salir por patas si pasa eso! De todos modos, creo que el que más peligroso es es Paul, por ser el más rata básicamente, que yo creo que prefiere tragarse una bomba a tener que vivir sin su amado dinero, fíjate que ni el corazón se le ha ablandado al soltarles ellas que les robaron para ayudar a un grupo de vegetarianos a no tener que comer hamburguesas de la basura, no hay corazón! Materialista! jajajajjaa. Pero bueno, esperemos que no se vaya de la lengua, al menos por el momento, o éstas la lían parda y convierten a Tofu en hamburguesa de caballo y a ver aquí quién gana! JUM!
ResponderEliminarLa verdad es que ha sido una putada gorda esto de que se enteren porque xè, mira qué enfadados se han puesto. Los amores de la vida de Zettie y Chloe ahí todos cabreados. Ah, y encima, por si no fuera poco, va y Ringo le rompe la taza (no una taza, no, LA taza) a Zettie. Si es que… serás cotilla! No te dijeron nunca, Starkey, que se mira y no se toca! Ainsh, si me costará de criar! Y bueno, ahí, casi que se viene el apocalipsis (no puedo resistirme a compartir esto: https://www.youtube.com/watch?v=vLDtJro6dcM jajajajajaja), con la Zettie y el Ringo diciéndose de todo y… bueno, no hagamos drama, que los que se pelean ya se dice que se desean. O sí, que han despertado a Chloe y a John de la siesta (bonita coincidencia eso de estar durmiendo la siesta los dos a las ocho de la tarde, que oye, a mí no me parece para nada descabellado, jajajaja). Bueno, a ver, bromitas aparte a mí sí que me ha dolido eso de histérica y de mentiroso, qué quieres que te diga… Aunque bueno, con la escena final, se ha apañado la cosa bastante. Ya te dije que todo muy awwwww y que aquí, aquí se nota que igual algo algo algo aunque sea chiquitín está ahí naciendo. Porque dime, si no te estimas a alguien por más que le llames de todo, no le arreglas una taza después de que te grite, no? Y va, Zettie, no te me hagas la dura que sabemos que eso de los ojos de Ringo no es verdad, que sí que piensas algo sobre sus ojos pero no es lo mismo.
Y bueno, los otros dos… AWWWWWWW. Chloe ahí llorando (llorando ella!) y John detrás e insistiendo pese a que aquella le esté diciendo que le da asco su altar (juasss) y todo lo que tenía suyo en esa habitación. Aunque, momento cumbre, la armónica. Bendita la hora en la que se le ocurrió meter una armónica de ambientación en el altar, oye. Porque… menuda escenita! Ainsh, si es que… es o no es para comérselo? “Chloe está triste”, ay triste, bribón, tú sigue así y el sentimiento igual cambia! :3
Sabes? Me encantan, me encantan estos cuatro juntos, quiero decir Zettie/Ringo y Chloe/John, que pese a que se lleven a matar, mira, en el fondo se aprecian y quizá quizá quizá… yo qué sé, jejeje. Y una reflexión final… Zettie pensaba que vaya mierda que los Beatles no fueran como ellas esperaban que fueran, pero… te digo la verdad? Creo que eso de que sean diferentes a su idealización es lo mejor de todo ;)
Gracias por este capi, so genia! Me haces reír como nadie con este fic, y ahora, encima, también me haces derretir de ternura. Te superas a cada capi! Hasta el próximo, crack! :)
PD: Los dibujos del final eran para acabarme de matar de awwwitis, no? :P
MARÍA!!!!
ResponderEliminarAntes de que se me olvide....
Te gustaría participar en mí fic?
Necesito a una chica para que sea uno de los nuevos personajes urgentemente!
PD : Tiened un canal de youtube? Es que he visto un video y en el canal ponía María Luján, y he pensado que eras tú.
Sí es así, has hecho un gran trabajo :)
PD2 : Leeré los dos últimod caps que no tuve tiempo para leerlos y te comentaré lo antes posible.
Hasta luego!
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ResponderEliminarMaría , tengo que decirte algo urgente.
ResponderEliminarSí pudiera ser hazte una cuenta en wattpad y hablemos por mensaje.
Adiós , un saludo.